jueves, 3 de marzo de 2011

La Tercera Revolución... La Sociedad de la Información

El desarrollo de la Tecnología de la Información y la Comunicación en todos sus sentidos (desde el “conjunto convergente” de las telecomunicaciones/televisión/radio hasta la ingeniería genética), han mostrado avances sin precedentes en los últimos años y hasta cierto punto inimaginables (comparado con las anteriores revoluciones), acerca de lo que la mente humana ha sido capaz de descubrir y desarrollar para expandir la frontera del conocimiento.  Esta Revolución Tecnológica, cuya caracterización como expresa Manuel Castells no tiene como carácter central el conocimiento y la información en sí mismas, sino la aplicación de ese conocimiento e información, donde  la difusión de la tecnología y las nuevas tecnologías “no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar”.  

Dicho avances y cambios se han presentado de forma vertiginosa y a un ritmo acelerado, trayendo consigo cambios en la forma en la que se configuran las distintas sociedades, así como su forma de vida y de interacción con el ambiente en el que se desarrollan. Un ejemplo claro es el internet, que según Castells,  trasciendo el mero hecho de ser una tecnología (como herramienta) y pasa a ser “producción cultural”, donde se une el intelecto y la producción intelectual con el uso de tecnologías que dan como resultado nuevos conocimientos y formas de interacción social.

Si en la actualidad se habla de un mundo digital, cabe preguntarse si es que estos cambios tan acelerados pueden ser absorbidos de igual manera por la sociedad en todos los territorios del mundo (o en el famoso “mundo mundial”),  o, ¿Será que dichos cambios están generando mayor polarización entre aquellos que tienen acceso a la información y nuevos tecnologías (territorios privilegiados); y, aquellos que no las poseen (territorios periféricos)?

En este sentido, considero que el desarrollo de cada territorio podría verse condicionado por un lado, al acceso que puedan tener las personas de dicho territorio a las nuevas tecnologías e información; y, por otro a la capacidad de los individuos para absorberlas, adaptarlas y utilizarlas,  como un instrumento que permita mejorar su calidad de vida y la del territorio al que pertenecen y a su vez el desarrollo de nuevos procesos.  Lo que es cierto, es que si bien las nuevas tecnologías han planteado una revolución a una escala extraordinaria, existen otros factores (como casi siempre cuando se habla de desarrollo) como el fomento y promoción de la formación de capital humano y social, entre otros, que son indispensables para aprovechar las esas tecnologías y utilizarlas para desarrollar nuevos procesos.

Al respecto, presento un mapa de la distribución de la Densidad de la Conexión de Internet Mundial con base del 2007, para que saquen sus propias conclusiones….

     Gráfico: Densidad de Conexión Mundial
     Fuente: http://www.chrisharrison.net/projects/InternetMap/index.html

2 comentarios:

  1. ¿Es lo mismo la Brecha Digital en los países desarrollados y en los países en vías de desarrollo?

    Pensemos en la Brecha Digital de Género, en la Brecha Digital del Turismo, en la Brecha Digital Urbana, Rural, Regional... Es lo mismo?

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  2. Estimado Carlos,

    Considero que conceptualizar la brecha digital en sí misma, de una manera que pueda reflejar las diferencias socio-económicas y territoriales que permitan hacer comparaciones generalizadas para cada uno de los ámbitos que has mencionado, es una tarea bastante difícil y compleja, porque además de considerar el acceso a las nuevas tecnologías de información y telecomunicaciones, debe incluir la capacidad de los individuos para utilizarlas, así como la calidad de ese acceso y de las nuevas tecnologías. En este sentido NO es lo mismo analizar la brecha digital en función a cada uno de los aspectos en referencia.

    Por ejemplo, si consideramos la brecha digital en los dos grupos de países, en el caso de los países en vías de desarrollo, ésta considera aspectos que incluyen desde el acceso a servicios básicos (alcantarillado, electricidad, televisión en casa, por pago, etc.), hasta el acceso y uso de servicios de Internet y de las TICs, pues además de las diferencias en acceso a las TIC (que es usualmente la manera ‘más fácil’, para intentar analizarla) existe la presencia de “pobreza digital” que está vinculada al nivel de desarrollo de cada uno de los países. En el caso de países con un alto grado de desarrollo, se supone que aquellos servicios básicos estarían garantizados (especialmente aquellos que tienen donde existe la presencia del Estado de Bienestar), y la brecha digital se daría más bien por el acceso y el uso de las TICs en los distintos aspectos de la vida (y su calidad); evidenciando diferencias que pueden ser más profundas aún.

    Sin embargo, dada la dificultad para poder medir la “brecha digital” de una manera completa, una forma de aproximarla es a través del “Acceso a”.. y aunque no se pueden incluir todos los aspectos socioeconómicos y territoriales, se evidencian grandes diferencias que se acentúan a cada instante, lo que nos lleva a pensar que si realmente pudiésemos incluir aquellos aspectos las desigualdades serían aún mucho mayores…. O no?

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